17 de junio. Eran las nueve de la mañana, en la Casa de la
Cultura de Pueblo Gregorio Aznárez estaba Borges y Gladis, después llegaron
Mabel, Delia, “Chola”, “El Nito” Fracchia, Blanca Lila y “Queque”, Teresa y Román,
Olga
Brioso, María y otros integrantes
de club de adultos Mayores Unión y Alegría. El ómnibus llegó con los pasajeros de Solís
Grande y Cerros Azules, Blanca, Nibia, Teresa, Elsa… la mayoría de ellos miembros de “Primavera en
Otoño”, por el camino Violeta,
Margarita, Prato… el grupo se completó en Balneario Solís y Bella Vista, en
total unos cuarenta pasajeros.
Seguimos viaje, el
coche retomó la ruta doble vía hacia el este, a la altura de Estación Las Flores.
La guía de turismo Florencia Plada dio la bienvenida y preguntó si querían
escuchar música durante el viaje. ¿Cómo le explico el clima de fiesta en aquel ómnibus? Rubén
Borges lanzó una broma a Nito “vas a salir en primera plana,” y sí, esta cronista -invitada por la
coordinadora de la actividad Luz María Espinosa- no se perdió la oportunidad:
viajó acompañada del galán del grupo.
Este paseo fue propuesto por la Dirección General de Turismo
en coordinación con la Dirección de Políticas Diferenciales y el Municipio de
Solís Grande.
La guía comenzó con la descripción del tour antes de pasar
el puente de La Barra, en la mañana
llegamos hasta la playa brava de José Ignacio, allí hubo un tiempo para bajar del ómnibus, hacer algunas fotos, mirar
artesanías… También fue el punto de
encuentro con otro grupo de turismos social integrado por los usuarios del hogar
diurno de Barrio Odizzio.
Entre paisajes rurales, por
el camino Sainz Martínez, con anécdotas de tiempo en que tocaba acordeón
con su hermano Fermín, llegamos a Pueblo Garzón.
Fermín Frachia: “él sabía los tonos, tenía mucha menoría y
nos marcaba cómo debíamos tocar, teníamos un grupo con uno de mis sobrinos”.
Iban a los casamientos, cumpleaños, fiestas en las que no se reunían más de
cincuenta personas y “siempre convidaban con alguna cosita”. Entonces había que
cuidar que los músicos que llevaban invitados no tomaran de más y terminaran
cantando siempre los mismos como disco rayado.
Almorzamos en el Club Recreativo Social Garzón, un
salón grande, con mesas dispuestas para rondas de almuerzo compartido, artesanas con productos
locales, un rincón de folletos y fotos turísticas de aquel pueblito prolijo.
Después se armó bailongo, y después a recorrer la plaza, la iglesia, el
restaurante creado por el chef argentino Francis Mallmann.
No pudimos llegar hasta la estación y pasamos por enfrente a
al emprendimiento agro industrial
AGROLAND. El tour terminó en el Parque de Esculturas de Pablo Atchugarry. El pueblo de Garzón fue fundado en 1892 por el Sr.
Fermín de León, tocayo del hermano del compañero de viaje ¡qué casualidad!
En el ómnibus continuó el clima festivo, Florencia les deseó que el 19 de junio tuvieran un feliz
día de los abuelos, la aplaudieron y la invitaron a cantar… La excursión nos
trajo de nuevo a Solís Grande, con la promesa de que se repita.
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